Slow Life, este término que está tan de moda en los últimos tiempos, es la esencia de viajar en autocaravana.
La vida que llevamos, estresante aunque no queramos admitirlo, con un montón de actividades tanto de ocio como profesionales o sociales, nuestras, y de nuestros familiares que también requieren de nuestro tiempo... Nos pasamos los días de acá para allá, que si ahora esto y luego lo otro, que si no tengo tiempo y si saco un rato, aprovecho para hacer algo que quedó pendiente...
Y llegan los días de descanso, y seguimos con el ritmo acelerado y un montón de planes para disfrutar, porque la vida son dos días y no podemos perder el tiempo...
Perder el tiempo...
¿Realmente perdemos el tiempo si nos permitimos parar? O simplemente, ¿ir más despacio?
A eso se le llama “tomarse su tiempo” y significa valorarlo, disfrutarlo, y no pasar por delante de él a toda pastilla, porque estar en el presente, aquí y ahora, es la esencia de la vida.
Vivir lo que estamos viviendo en cada momento, saborear la vida, a veces amarga y a veces dulce, y recordar siempre que todo pasa... Como pasan los paisajes a través del cristal de nuestra autocaravana... Aquellos que no contemplamos, y se quedan atrás...
Viajar en autocaravana está directamente relacionado con vivir las vacaciones o escapada de una forma más pausada. No tienes que ceñirte a ningún horario, puedes tomártelo con calma... Nadie más que tú decide cuando moverse o cuando parar, cuando comer o cuando dormir. Es la ocasión perfecta para echar el freno y permitirle a nuestra mente y a nuestro cuerpo, que se relajen.
No es necesario llegar al fin del mundo buscando la felicidad. La felicidad se encuentra en el camino. Tómate tu tiempo y conduce relajado, admirando los paisajes que te rodean. No importa si ya has pasado muchas veces por ahí, puede que desde este otro cristal percibas algo nuevo...
Para, cuando sientas que es el momento, y déjate guiar por tu corazón.
Es normal tener una ruta planeada y querer conocer ciertos lugares en concreto, pero deja que tu intuición sea tu copiloto y ábrete a soltar el control. A veces, el plan improvisado trae muchas más alegrías y momentos que recordar, que el plan A que acabó en completo desastre por insistir en ir contra corriente...
Hay muchas aplicaciones de móvil, cada vez más, que te ayudarán a encontrar lugares donde hacer repostaje de aguas o incluso pernoctar, así que tienes la tranquilidad de poder hacer uso de estos servicios sin preverlo de antemano. Así pues, déjate llevar...
Recuerda también que la autocaravana no es un tele-transportador.
A veces me encuentro con viajeros que planean rutas de muchos kilómetros en poco tiempo, sin tener en cuenta ciertos puntos a sopesar antes de plantearse un viaje de esas características.
* La velocidad.
Por muy bien que ande una autocaravana y alcance los 120km/hora sin ninguna dificultad, tenemos que tener en cuenta que llevamos una casa a cuestas. Conducir entre 80 y 90km/hora, máximo 100, incluso en autovía, es lo más recomendado para la seguridad del vehículo y de sus ocupantes. Siguiendo esta recomendación, el tiempo en llegar a nuestro destino no será el mismo que si conducimos un coche, que es el tiempo estimado que te indica el GPS cuando buscamos nuestro destino. Así que deberíamos tenerlo en cuenta cuando queremos hacer un recorrido largo en poco tiempo.
* Las paradas a desayunar, comer, etc.
Otro factor a recordar. Cuando hacemos una ruta en coche, paramos a desayunar o almorzar, por ejemplo, y sólo tenemos que pedir, comer e irnos. Bueno, y pagar, por supuesto ;) En autocaravana, cuando paramos a hacer cualquier comida, a no ser que preparemos unos bocatas rápidos, debemos sumar el tiempo de elaboración y el de limpieza y recogida del vehículo antes de continuar con la ruta.
Hay que aclarar que no es una opción dejar los cacharros en el fregadero como podríamos hacer en nuestra casa cuando tenemos prisa. Aunque estén asegurados para que no se caigan durante la marcha, solo el simple traqueteo que producen hará que quieras dejarlo todo bien recogido antes de ponerte en marcha de nuevo.
* ¿Viajas con niños?
A ellos les encantan las autocaravanas, pero no precisamente para mirar por la ventanilla mientras circulan por carreteras y más carreteras, sino para subir y bajar a las camas, usar un aseo que les parece de juguete y ponernos nerviosos correteando por el pasillo de 3 metros... Y todo eso no lo pueden hacer con el vehículo en marcha, así que el tan temido “¿falta mucho?” se vuelve habitual si pretendemos conducir más de dos horas
y no dejarles disfrutar de este sueño como ellos quisieran, ya que para ellos donde estén es lo menos importante, si pueden vivir el momento presente haciendo lo que más les gusta, que es jugar.
* ¿Cual es tu prioridad?
Si estás de vacaciones, piensa qué es lo que más anhelas en tu vida diaria, frenética y apurada. Si quieres relajarte, no te pongas metas en las que debas correr para alcanzarlas. Cambia el chip, apúntate durante unos días a la Slow Life y tómate el tiempo para conectar contigo mismo y con los tuyos sin prisas.
Amanece en lugares que inviten a dar un paseo antes de desayunar, saborea tu café mirando al mar o a la montaña, juega a ser niño y a no necesitar más que el amor de los tuyos, unas risas, y el tiempo a tu merced para tomártelo como te de la gana, viviendo cada momento presente sin pensar en donde debo ir, sino dónde quiero estar, aquí y ahora. En ruta o no, aquí o allí, da igual. Lo que importa, es estar feliz.
A Happy Van os trae estos consejos según nuestra forma de vivir el autocaravanismo.
Por supuesto, las necesidades y gustos de cada viajero son muy personales y cualquier plan de viaje nos parece fabuloso, pero si queremos garantizaros un viaje feliz y plenamente satisfactorio, os pedimos que reflexionéis sobre este tema antes de organizar vuestra ruta, sobre todo si es vuestra primera vez, ya que no todo es siempre como habíamos imaginado. Para cualquier consulta, no dudéis en contactarnos. Como siempre, estamos a vuestra disposición.